Cabello fuerte post-verano
Es común experimentar una mayor caída del cabello en otoño, que comienza en septiembre. Esto se debe a un fenómeno conocido como «efluvio telógeno estacional,» donde el cabello entra en su fase de caída tras el verano. Comenzar un tratamiento en septiembre te ayudará a contrarrestar este proceso natural.
Durante el verano, el cabello se expone a factores dañinos como el sol, el cloro y el agua salada, que lo debilitan y lo hacen más propenso a caer. Usar tratamientos anticaída en septiembre permite restaurar y fortalecer el cabello justo después de haber sido sometido a estos daños.
En otoño e invierno, el cabello se enfrenta a desafíos adicionales como la sequedad ambiental y el uso de calefacción, que pueden afectar su salud. Iniciar un tratamiento en septiembre es una medida preventiva que fortalece el cabello antes de que estos factores comiencen a actuar.
Los tratamientos anticaída suelen requerir varias semanas para mostrar resultados visibles. Comenzar en septiembre significa que podrías empezar a notar mejoras en la densidad y el volumen del cabello justo a tiempo para las fiestas de fin de año, cuando la apariencia suele ser más importante.
El cabello tiende a crecer más lentamente en los meses fríos. Usar tratamientos en septiembre puede ayudar a mantener el ritmo de crecimiento capilar y a mitigar la caída, asegurando que el cabello se mantenga en su mejor estado durante todo el año.